Pequeñas Muertes

Para hablar de todo un poco, compartir, aprender y esparcir lo que sea que somos por el mundo. Este blog, sus publicaciones y comentarios son propiedad exclusiva de Tanya Badía. Su reproducción total o parcial no está permitida. En caso de querer copiar o tomar información del mismo debe solicitar permiso y dar el crédito correspondiente.

sábado, 25 de agosto de 2018

Sin título


Sentía el dolor palpitar en la cabeza.  Una bruma caía sobre sus recuerdos, obligándole a abrazarse.  Sentada en el suelo mecía su cuerpo lentamente, intentando calmar.  La oscuridad casi perfecta pesaba… y mucho.

Los recuerdos de sol, de viento, de libertad, se confundían con aquellos de soledad, oscuridad y humedad.  Poco a poco el cuerpo se cansaba, pero su mente todavía luchaba, se rebelaba al sudor que corría por su espina dorsal. Pero la sensación de estar siendo observada… No; la de estar siendo dominada, sometiendo su voluntad a lo que sea o quién sea que enterró su existencia entre esas cuatro paredes, era demasiado fuerte para ser ignorada. 

Los sonidos comenzaron al unísono, como un coro bien aceitado: las pisadas, la carrera loca de su corazón pugnando por salir a través de su boca, el jadeo del perro, preludio de uno de sus sufrimientos… el chirrido de la primera puerta (estaba segura que había más de una puerta), el crujir de alguna tabla… su propia puerta: luz.  Cegada, obligada, todavía rebelde gritaba con todas las fuerzas que le quedaban.  Se revolvía en los brazos de alguien, temblaban sus piernas por el ladrido del perro y su orina corría ya por el suelo.


No podía aguantarlo más, perdía control de sus capacidades físicas, su mente se deslizaba a una esquina para hibernar, protegerse de aquello.  Otra vez el ladrido del perro, su jadeo cerca de las piernas, la voz ronca ordenándole callar (¿A cuál de ellos?); su mente que escaba, su cuerpo que no soporta más, la mano apresando su muñeca, todo sobre una misma cama, en un mismo lugar. 

                                                                   T.B. 

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martes, 14 de agosto de 2018

El valor no es la ausencia del miedo (Mandela parece sabía de qué hablaba :/ )


         ¿Conocen esa sensación de extrañar algo, pero tener miedo de regresar a ‘ese algo’? es lo que me pasa con la escritura últimamente.  Extraño escribir, pero cuando lo hago es miedo lo que se filtra por mis dedos. Aunque quiera detenerlo, cada línea está impregnada de miedo. Y muchas veces lo mejor no es regresar ¿pero escribir? Me parece que estoy a salvo ;) 

Y me puse a pensar (recientemente) el porqué de ese miedo… hay muchas cosas que uno cree saber hasta que se da cuenta que era puro bulto, así que pasamos por esa etapa de repetirnos las cosas hasta que las tenemos grabadas en el alma y la sangre, algo así como lo que dijo Clint Eastwood en Million Dollar Baby. Por lo que creo que el miedo se debe a los cambios, a darme cuenta lo poco –o mucho- que me interesaba algo, a darme cuenta lo que puedo hacer.  Esa zona de confort se ha ido extendiendo y admito que ha sido muy divertido e interesante, pero persiste ese punto de que tal vez alguien –quizás mi imagen, y por eso evito mirarme en los espejos- me descubra como una farsante. Sigo siendo una cínica, sarcástica, intensa, a veces despistada persona, pero ahora en muchas más cosas

 Ahhh, y esto lo dejaré en borrador para pelear el miedo ese de querer que todo sea perfecto.  A veces solo tengo que dejar fluir las cosas, por lo que advierto que al que le salga el ‘estilo’ leyendo esto puede seguir de largo porque no estamos en eso ahora.

1.       Si alguien te trata mal, es porque les dejas.  No tiene que armarse la 3era guerra mundial, pero si no pueden tratarte bien, es hora de alejarse.  Y tratarte bien no significa poner una alfombra roja cada vez que te vean o hablan contigo. No significa que acepten cada cosa que digas como la verdad absoluta, no seamos pendejos.  Tratar bien significa respetarte como persona, respetar tus opiniones (aunque no estés de acuerdo, todos tenemos ese derecho). Respetar implica dejar de ser pasivo agresivo.
2.       El pasado, pasado es.  La mente juega demasiados trucos y muchas veces recordamos las cosas buenas más buenas de lo que eran y las malas, peores de lo que fueron. El pasado se respeta (siempre he creído), es parte de nuestra historia, pero nadie regresa a él, aunque lo parezca.  Nunca empezamos en el lugar que dejamos algo.  Extrañar algunas cosas está bien, aferrarnos a ellas como si no pudiésemos seguir adelante es faltarte el respeto a nuestra capacidad de avance, es faltarte el respeto a ese algo que recordamos gratamente pero que ya terminó (sorry, no hay forma bonita de decirlo: terminó).  Sí, tenemos buenos recuerdos, pero a estas alturas son solo eso y no está mal. 
3.       Siguiendo con el punto anterior: no pidas claridad si no estás dispuesto a aceptar la luz.  No pidas lo que no estás dispuesto a dar. No exijas entrega si no estás dispuesto a hacer lo mismo en algún punto de la existencia.
4.       Balance.  El mundo se mueve con eso (dejemos la política para después. Por favor y gracias). Encuentra lo que te da ese balance o quien esté dispuesto a encontrarlo contigo que es mucho mejor.
5.       A pesar de todo lo anterior, no tengas miedo a dar a manos llenas lo que bueno que tengas. Quedarte con ‘eso’ no te hará más feliz y hay una alegría extraña, adictiva y cosquillosa en hacerlo (por favor dejar fuera de este comentario cualquier idea sobre alucinógenos, borracheras permanentes o presiones morales, que sufro de ninguna). En ocasiones hay que alejarse, en otras desaparecer, y puede doler (punto 1) pero si te niegas a seguir dando solo te habrás convertido en uno de ellos, y al lado oscuro de la fuerza solo se cae si eres Vader o si Michael Ballack te llama (ok, este último se considera, pero es tentador el asunto).
6.       Tus amigos pueden ser pocos en número, pero cuentan en todo momento, así que no regreses a la adolescencia cuando pensabas (si alguna vez lo hiciste) que el asunto estaba en el número.  No querido, el asunto está en la calidad. Mejor aprender eso tarde que nunca. 
7.       Déjate sorprender gratamente por el mundo (esta regla siempre la he seguido, lo que a veces me hace parecer más joven de lo que soy.  No pretendo romperla, justo aviso).  No importa si es una nueva canción, un nuevo juego, un chiste malo, un libro fascinante, la forma de las nubes, el color del río cuando el sol choca con él o cuando las gotas de lluvia golpean la superficie.  El hecho de que alguien no se rinda contigo, que te sentiste por hacer ejercicio hoy o que aprendiste a poner tu puño entero en la boca (¡hey! Algunos lo hacen y no les envidio).  Déjate sorprender positivamente por el mundo, tu mente te lo agradecerá y puede que hasta encuentres ese balance que mencioné en el punto 4.
8.       Crece.  Todo pasa en la vida.  Crecer no es convertirse en alguien aburrido (o al menos no debería significar eso), crecer es vivir el presente con toda la energía que tengas.  ¿Tendrás momentos malos? ¡Claro! ¿Muy malos? Posiblemente. ¿Qué tal que esos momentos sean de más de una semana? Pues sí, aparecerán, pero el comportarte como si tuvieses 5 en lugar de los años que tengas no te va a ayudar a resolver.  Como dicen por ahí: puedes correr, pero no esconderte.
9.       Pide ayuda. Me duele hacerlo –quienes me conocen pueden dar testimonio- pero he ido aprendiendo que, así como brindo mi ayuda, no hay mal en pedirla.  Ciertamente aparecerán algunos en el camino que se quieren aprovechar de tu nobleza, Chapulín y todo incluido, pero esos siempre aparecen.

Estas son cosas que debo repetirme cada día, algunas ya son mucho más fáciles de digerir, otras como que siguen necesitando práctica.  El hacerlo no me va a arreglar la vida en un día, pero va poniendo muchas cosas en el lugar que les corresponde.

Les dije, cosas random, pero ya que mis dedos aceptaron escribir esto, pronto los convenceré de contar más cosas.

sábado, 24 de junio de 2017

Turismo y vida en Jarabacoa

Jarabacoa es un pequeño pueblo localizado en las montañas centrales de la República Dominicana.  Es conocido por su atractivo turístico y es muchas veces llamado 'Ciudad de la Eterna Primavera'.

No más.

Jarabacoa se define en lengua taína como tierra entre aguas y -ciertamente- rodeada por los ríos Yaque del Norte, Baiguate y Jimenoa pareciera que tenemos cantidad infinita de este recurso, pero no es así.

En los últimos 15 años Jarabacoa ha disminuido su caudal de forma alarmante, movido por desplazamientos de tierra, cortes masivos de árboles y construcciones sin ningún tipo de control de calidad, todo con el fin de aumentar la capacidad habitacional del pueblo para recibir más y más turistas así como personas que quieren 'un remanso de paz en las montañas', misma que destruyen para construir inmensas casas que nada tienen que ver con proteger el lugar de la añorada paz.

El problema consiste en un ciclo vicioso al que nos estamos sometiendo: siendo un pueblo con turismo de montaña, lo que vendemos (o se supone vendemos) es precisamente el disfrute de nuestros recursos naturales a través de actividades al aire libre: rafting, parapente, acampadas, ciclismo de montaña, escalar, entre otras.  Se supone ofrecemos un ambiente donde todos nos conocemos, donde el turista se puede sentir como en casa, donde todavía caminar a cualquier lugar es un placer; pero para lograr eso pasamos de proteger los recursos a ir eliminándolos poco a poco.

La práctica más común de la pérdida de recursos naturales la compone los famosos desarrollos habitacionales.  Estos cumplen con una regla básica de dejar el llamado porcentaje de área verde, también conocido como área común, pero no van más allá, no reforestan el área, no promueven la reforestación y tampoco plantan en otros lugares del complejo. 

Esto afecta directamente el turismo como fuente de ingresos y afecta a los habitantes del pueblo.  Al turismo porque de ser un pueblo montañoso que podía ofrecer tranquilidad, sentido de comunidad y recursos naturales, se ha pasado a ser un pueblo lleno de edificios, de gente, de ruido, sin conocimiento uno del otro, con montañas cortadas para edificar tales casas y riberas completas destrozadas, por lo que el agua ha menguado, las montañas se han calentado, especies de árboles han ido disminuyendo.  A los habitantes del pueblo porque ya no tienen (tanto) trabajo en el turismo, no tienen agua regularmente (debe ser racionalizada) y porque al irse los turistas lo que dejan no es más que basura y una huella ambiental gigantesca.

Actuar ahora no es siquiera una opción, es lo que se tiene que hacer si pretendemos regresar a ser la ciudad de la Eterna Primavera y/o conservar los recursos que nos quedan.  La lucha se hace desde diferentes frentes, en mi caso particular desde el educativo: si el turista viene al pueblo y puedo enseñarle su belleza y darle a entender por qué vale la pena protegerlo, no solo querrá volver, sino que demandará hacerlo bajo circunstancias distintas: demandará mayor protección a los recursos porque eso es precisamente lo que vino a disfrutar, no cuatro paredes de un apartamento.  La educación mueve a las personas, les hace profundo porque se dan cuenta que mientras más aprenden sobre algo es solo la superficie lo que tocan.

Las alianzas institucionales es otra forma de ayudar: trabajando con escuelas públicas y privadas, con el Ministerio de Medio Ambiente, con empresas que necesitan de los recursos a su alrededor para vender productos, con personas con grandes extensiones de tierra que pueden plantar más y bajo programas de manejo controlados, obtener beneficios de tales plantaciones. Todas estas son acciones que se están llevando a cabo y de las que podemos ser parte (y lo somos) sirviendo como enlace entre personas físicas con grandes extensiones de terreno y los programas de reforestación del Estado, así como apoyando los programas escolares.

Estos proyectos son responsabilidad de todos, ya que la población que está siendo afectada es el primer grupo que debe exigir el respeto a su derecho constitucional de tener un ambiente limpio y recursos naturales disponibles.  El gobierno local -o Ayuntamiento- es el segundo grupo que debe unirse a la solución del problema, ya que fue elegido por el pueblo debe respetar el pueblo apoyando y desarrollando políticas (además de ejecutarlas) que representen la realidad de la ciudad y sus necesidades.









domingo, 20 de noviembre de 2016

ADIOS A MI ALMOHADA


Sí, créanlo o no este post es para despedir mi almohada.  Aquella cosita fina que ha estado conmigo desde que puedo recordar (lo que según los doctores es un problema).  La que ha soñado, llorado, reído conmigo.  La que ha leído todos mis libros (buenos, malos y regulares).  También ha pensado conmigo aquellas historias que he escrito, querido o quiero escribir.

Mi almohada tiene más de 32 años de vida, herencia en vida de mi padre.  No recuerdo haberla pedido, pero cuenta la leyenda que la robé el día  que mi madre decidió cambiar las almohadas de ambos adultos.  Y desde ese momento conmigo está. 

La pobre.  Cuántos maltratos, cuántos consejos no tomados.  Mi almohada sabe de todos mis planes para conquistar al mundo, de mis inseguridades, de las oportunidades perdidas.  Mi almohada es mucho más que confidente y es posible que muchos de ustedes piensen que me estoy pasando de la raya aquí, pero cuando decidí dejarla ir le dediqué la canción ‘Cuando un amigo se va’ (versión de Alberto Cortez, siempre.)  Una lágrima quiso hacer su camino por mi cara pero eso SI que era pasarse de la raya.


Así que aquí estoy, en lugar de una lágrima rodando y mojando mi cara, un post confesando que extrañaré mi almohada.  Una era ha terminado. 

TB

martes, 12 de enero de 2016

QUE NO TE CUENTEN: HABANA VIEJA, CUBA


No deberías dejar que te cuenten sobre la Habana, Cuba. En su lugar deberías ir y disfrutar de esta ciudad encerrada en el tiempo con un escape en una de las esquinas. 

La Habana parece montada en los años 1800-1900 con pinceladas de tiempos anteriores.  Sus edificios se remontan casi todos a esas épocas y los detalles cuentan historias de años de bonanza, grandes fiestas, mucho licor, mucho calor y muchas personas.  Pero también nos dicen de años en que todo se ha mantenido igual, en que los avances han sido lentos, respetando su pasado y trabajando en su presente.

El sol de la Habana pica –no hay mejor forma de describirlo- no importa la hora del día.  Pero eso no detiene a los turistas, en el perigrinaje a diferentes museos, plazas, centros culturales, paladares (los paladares de Cuba podrían ser el equivalente a comedores tradicionales).  En la Habana ‘hay un museo en cada esquina’ y todos tienen algo original que mostrar, casi todos de dos niveles con fácil acceso lo que ayuda al turista con problemas al caminar o acosado de cansancio o deshidratación (Mejor siempre andar con una botella de agua); por su formato ‘corto’ muchas personas no se sienten sobrecogidas al entrar, permitiendo mantener su atención por más tiempo y así llevarse mejores recuerdos. 

Hablando de museos, la ciudad parece un museo de arquitectura en sí misma.  Solo pasear por Habana Vieja te remonta a los siglos XVIII – XIX.  La Plaza de Armas, Plaza Vieja, Las iglesias… están llenos de adornos interesantísimos y que hoy día muchos llamarían ‘pesados’, pero la atención al detalle en cada uno de ellos les convierte en un tesoro individual y colectivo.

Mi preferido (bueno, entre mis preferidos) es el Monje sin Rostro que se encuentra a la entrada del restaurant jesuita.  Los camareros se visten con una túnica marrón y hay detalles de la presencia de esta secta en el lugar.  Se han modernizado bastante, pero es simpático ver un sitio temático de este tipo.

Los museos Napoleónico y el de Arte decorativas definitivamente valen la pena su entrada y la visita.  El de Artes solo tiene dos niveles y el Napoleónico cuatro pero de muy fácil acceso.  No deben dejar de visitarlos y apreciar las obras de arte en ellos.  Mi pieza favorita la biblioteca del museo Napoleónico; propuse a la señora de la entrada que podía quedarme y convertirme en parte del mobiliario o algo por el estilo pero o no quiso o no entendió mi sentido del humor (lo segundo definitivamente).

Entre los lugares para escuchar buena música visitamos El Gato Tuerto (todavía me tapo un ojo cuando digo el nombre) con el grupo Retro y el Maestro Félix Bernal, y La Zorra y el Cuervo donde conocimos a ‘Largo’, ex jugador de voleyball masculino a quien le gusta escuchar Jhonny Ventura (Yeah!! ¡ Caballo mayor!!). 

Son altamente recomendados cuando visiten la Habana por varias razones: tragos a buen precio (en El Gato Tuerto intenten no pedirle directamente al bartender dos ‘Orgasmos para mí y mi amiga’, les juro que el rojo de las mejillas brillará en medio de la noche y la risa del bartender pues… ya pueden imaginarla), buena música en vivo y respeto por la capacidad en el lugar.  Si no hay espacio pues no entras, lo que ayuda mucho con la circulación, los pedidos y el disfrute de la música.

El Malecón tiene 7 km y ha sido recientemente restaurado.  Los cubanos lo usan especialmente en las noches para reunirse con amigos y ‘amigos’, pero al menos en mi experiencia resultaron personas amables, no se meten contigo pero si les preguntas algo te reciben alegremente.  También se puede caminar o correr en caso de que quieran hacer ejercicio y la vista al mar hasta la punta de Vedado es linda.

Deben tener en cuenta el cambio de la moneda al entrar al país; en Cuba el turista utiliza CUC que no es igual al peso nacional cubano.  Por cada CUC te darán 23-25 pesos cubanos dependiendo el lugar y el día.  En el aeropuerto hay una casa de cambio (CADECA le llaman allá) y el valor del euro/dólar es muy parecido pero al dólar se le aplica una penalidad; por lo que si pueden llevar euros mejor.  No dejen dinero para ‘cambiar luego’ ya que existen otras CADECA pero a) no saben si estarán cerca de una b) en qué momento necesitarán el dinero y c) las filas son laaaaaargas. Cuando salgan de Cuba pueden volver a cambiar la moneda a euros o dólares, a su elección.  Por último, aunque parezca obvio aclaro: el dólar usado es el norteamericano.

La comida cubana es muy parecida a la de mi país (República Dominicana) pero para los que no tienen idea de qué hablo: en Cuba se come mucho arroz.  Arroz con todo, especialmente si es arroz con habichuelas negras (a la combinación le llamamos moro, pero en Cuba a esta combinación particular le llaman moros con cristianos).  Siempre se sirve la comida con ensalada y viandas, que en este caso vienen a ser o plátanos fritos o pedazos de víveres como batata y auyama.  Se puede comer muy bien con poco dinero aunque debo admitir que extrañé la sal.  Aviso que no como alto de sal normalmente, al contrario, muy bajo, pero en Cuba cocinan a nivel general mucho más bajo de sal que otros países como República Dominicana; por lo que es posible que sientan la diferencia.  No se preocupen, siempre ponen un salero en la mesa y usualmente un puntito ya pone todo a punto.

Al comer en Cuba tienen la opción de hacerlo en restaurantes pero les aconsejo probar un ‘paladar’; se come bien por poco dinero y aparecen muchos.  También pueden pedir mariscos pues se consiguen con relativa facilidad.  Y de postre pues dos opciones: a) el famoso dulce en pasta de guayaba y b) los helados Copelia. Ambos son ñumñum :D  Totalmente aconsejables.

Cuando vayan no dejen de visitar la pastelería francesa en el Hotel Inglaterra (Sí, lo sé.  Una pastelería francesa en el hotel Inglaterra) sus productos son rrrriiiiicoooossss.  Prueben los pastelitos de queso, el croissant de chocolate o el rectángulo (una especie de bizcocho) si quieren algo con poca azúcar pero que les dé la sensación de haberla comido igual.

Caminar es una de las mejores opciones en la Habana para poder detenerse en tantos lugares interesantes, pero no es la única: pueden usar taxis ‘normales’, taxis en autos clásicos, paseos en coche (te hablo a ti Shampoo, caballo antipático) o bicitaxis.  También están los metros para turistas y los autobuses para la población que deben pagar en peso cubano, no en CUC.  Los paseos o carreras en autos clásicos son caros, unos 25 CUC, pero su presupuesto es el que decidirá eso.  Los bicitaxis se los recomiendo por la economía (4 CUC por hora, aunque si quieren más de una pueden negociar) y la compañía.  Los bicitaxis casi siempre son chicos jóvenes que tienen un conocimiento general del área.  Un paseo con uno de ellos les servirá para descansar los pies y ubicar algunos lugares y decidir si realmente quieren o no visitarlos luego con más tiempo.  Esto es normal, ya que muchas veces al viajar escuchamos los comentarios de otras personas o leemos noticias en internet y pensamos que esos lugares nos serán atractivos una vez estemos en el país.  Que perderemos horas visitando cada rincón y discutiendo detalles pero –cuando llegamos- nos damos cuenta que preferimos pasar nuestro tiempo conociendo más a fondo otra zona, y eso está bien.  Recuerden: van de viaje, disfruten, tener horarios déjenlo para la escuela o si tienen algún trabajo de oficina (como yo).

Para las visitas un mapa es una excelente idea, existen algunos específicos como el del Cementerio de Colón con Alejo Carpentier, Lezama Lima y Dulce María Loinaz esperando por una visita, o la tumba del amor y la réplica de la Misericordia de Miguel Ángel; pero en los diferentes hoteles podrán comprar uno de Cuba completa por un lado y por el otro el área de Habana Vieja, Prado, Vedado, Miramar y Playa.
 
No soy de cigarros o habanos, pero estando en Cuba no se puede dejar de vivir la experiencia de –al menos- una tienda tradicional de habanos.  Dicen los expertos (en este caso mi amiga DC que me acompañaba) que el olor era riquísimo, la producción muy buena y que son de los mejores del mundo.  Como buena chica que a veces soy, y desconocedora de ese mundo, me llevo de los expertos y les invito a pasar por una de tales tiendas cuando visiten Cuba.  Hay variedad, buen servicio e historias interesantes, todo esto alrededor de una hoja que al final del día transforman unas manos con otras historias. 

Para los que les gusta beber un traguito (como decimos por estos lados) el Havana Club sigue con sus puertas abiertas, El Floridita con sus Daiquirís y Hemingway en una esquina son una bonita opción, La Bodeguita del Medio con los mojitos de Hemingway (ambos siempre llenos de turistas) y en Plaza Vieja la fábrica de cerveza.  La cerveza Bucanero fue la más bebida en el viaje por ser refrescante y nada pesada. 

Aquellos que prefieren la artesanía, las pinturas, los diseños pues ¡llegaron a buen lugar! Toda la Habana Vieja tiene en cada calle alguien con una tienda de souvenirs donde se encuentran hermosuras hechas a mano, pero si quieren un solo lugar pues deben ir a San José.  Es como una vieja estación por el puerto que actualmente se usa para mantener la 'Feria de Artesanía de Habana', personas de varios lugares del país acuden con sus productos que van desde pulseras, aretes, instrumentos musicales, ropa tejida hasta cuadros.  Solo en San José tienen para al menos par de horas de exploración.

Para quienes les atraiga el turismo religioso o simplemente los curiosos, la Virgen de Regla está a cinco minutos en bote (10 centavos de peso cubano, no CUC cuesta el pasaje), en una isla.  El bote funciona todos los días desde las 5:00 am hasta medianoche.  La iglesia es bonita y la tradición de orar a la Virgen de Regla es muy vieja.  Se dice que ella fue la salvadora de los habitantes de ese lugar durante un huracán hace ya demasiado tiempo.  Es una virgen morena con vestido azul y su origen no es cubano, al igual que el resto de las colonias, fue introducida por los grupos que ocuparon lo que hoy es Cuba.

Como dije en la primera línea el sol de Cuba pica, así que les aconsejo llevar protector solar y una gorra o sombrero, zapatos cómodos y ropa fresca.  Por último, más que nada, recuerden llevar la mente y el corazón abierto pues hay tanta belleza en el mundo (para mal citar una de mis películas favoritas) que no disfrutarla es simplemente perder el tiempo.

No sigan pensándolo, no dejen que les cuenten y den una vuelta por Habana.



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miércoles, 21 de mayo de 2014

YA PODEMOS LEER :D



 En la actualidad se lleva a cabo en República Dominicana el plan nacional Quisqueya Aprende Contigo, que busca eliminar el analfabetismo en el país. 

Este programa, como todo lo que venga del gobierno (cualquier gobierno) tiene quien le apoya, quien no le hace caso, quien todavía no lo entiende y quien lo detracta.  Más allá de pagos atrasados, de materiales no entregados, de núcleos formados para ser dejados de lado al poco tiempo; más allá de (querer hacer) implicaciones políticas nacionales o internacionales debemos asumir dos realidades:

  a)      En República Dominicana existe el analfabetismo, y en este blog particular me refiero solamente a aquellas personas que por una razón u otra no han aprendido a leer y/o a escribir.  Que se sepa que otros tipos de analfabetismo no serán tratados en esta entrada.  Gracias por adelantado a los que pensaban comentar algo fuera de campo y se han abstenido de hacerlo.

  b)      Hay personas en todo el país deseosas de aprender, de poder escribir su nombre, cansadas de que  las letras sean garabatos en un papel, indescifrables a sus ojos.  Hay personas en todo el país que quieren poder enriquecer sus conocimientos, su experiencia de vida.  Son estas personas las que se han comprometido a participar en este plan.  Van tres veces por semana a  la casa de un vecino o a la escuela más próxima, tal vez a una iglesia e incluso (típicamente dominicano) debajo de una mata, a escuchar a otra persona que ha prometido iniciarlos en el camino de la alfabetización.  Estas personas se pasan el día trabajando formal o informalmente, llegan a casa a cumplir con más deberes y salen luego a estudiar.  Así como lo leen.  Eso se llama compromiso.

En el municipio de Jarabacoa, conjuntamente con otras personas, he tenido la oportunidad de ser parte de este plan en calidad de ‘Animadora’.  Para estos fines, ‘animador’ es la persona que supervisa varios grupos o núcleos de aprendizaje; se asegura que estén trabajando, que tengan los materiales, que se puedan resolver problemas básicos del proceso y, a través de todo eso, animar a los participantes a seguir estudiando y dar el todo por el todo.  La alfabetizadora con la que he trabajado, Ana Iris Canela, es una joven estudiante de magisterio y en quien he podido ver una real vocación para la carrera.  Le agradezco públicamente el compartir conmigo este compromiso de ayuda social, no hubiese podido animar correctamente sin su apoyo y dedicación a los participantes.

Cada etapa dura seis meses.  Quien crea que es poco tiempo tengo para decirle que sí y que no: sí, porque ciertamente seis meses no alcanza para tanta lectura y matemática; no porque la idea del plan es que se dé el primer paso en el aprendizaje, las escuelas formales ya están ahí para continuar.

Recientemente dos núcleos de aprendizaje funcionando en el sector La Joya del municipio Jarabacoa, terminaron exitosamente esta primera etapa.  Seis meses de lluvias, calor, mosquitos… seis meses de reunirse tres veces por semana y trabajar por primera vez en mucho tiempo sobre un cuaderno y un libro.

Con la esperanza de que en algún momento puedan continuar su educación ya sea a nivel técnico o de licenciatura, tomamos un paso más en persecución de este anhelo.  El paso, llevado a cabo con la ayuda desinteresada del Dr. Rafael Eduardo Matías Reyes, apoyando aquellas acciones sociales que impliquen desarrollo positivo para la población del municipio y a quien agradecemos enormemente el responder a nuestra solicitud de ayuda, consistió en la donación de caligrafías, lapiceros, lápices, sacapuntas y borras para todos los integrantes de ambos núcleos.

Segura estoy que algunos de ustedes se preguntarán para qué sirve esto; la respuesta es simple: la caligrafía ayuda a mejorar la escritura, la lectura y mantiene al recién alfabetizado con un mínimo de disciplina diaria.  Debe mantenerse estudiando aunque al principio no se dé cuenta de que es exactamente eso lo que hace.  Varios argumentarán que resulta simplista la idea, pero a falta de programas flexibles cercanos a la comunidad y de un tiempo más largo para alfabetizarlos; a falta de que los mismos alfabetizados puedan sacar horas para ir a otras comunidades a los programas para adultos; a falta de todo esto y otros tantos detalles, la caligrafía es una solución.  Además, debemos recordar que desde tiempos antiguos la caligrafía ha sido considerada un arte (me voy un poco por el borde aquí, pero ¡vamos! Es obvio que ánimos no me faltan para mantenerme positiva J ).

Fotos de la entrega de los materiales ya mencionados pueden verse más abajo en esta entrada.

Al mismo tiempo que el Dr. Matías entregaba la donación y charlaba con los participantes escuchando sus necesidades y agradecimientos, tuvimos la última actividad formal de estos seis meses: una charla sobre plantas aromáticas: qué son, para qué sirven y los cuidados que necesitan.

El ingeniero agrónomo Frank Badía, a quien agradecemos el apoyo continuo durante estos meses de trabajo, impartió a los presentes una charla de unos 30 minutos sobre el tema de las plantas aromáticas, respondiendo preguntas de los presentes y entregándoles a cada uno un ejemplar de las plantas mencionadas durante su participación.

Estas plantas (a modo de resumen) son conocidas por la población general, quien a su vez rara vez sabe de todos los usos que pueden tener: son ornamentales, medicinales, se usan en la cocina y pueden ser plantadas en prácticamente cualquier lugar.  Esto incluye tarros, latas de aceite, el suelo, tarros de mantequilla, vasos desechables, entre otros.

Con esta charla se buscaba expandir la curiosidad de los alfabetizados, mostrándoles cosas que creían conocer a fondo pero que tomaron en cuenta no era así.  El interés que varios de ellos demostraron sobre adquirir mayores conocimientos al respecto ha tenido como resultado plantaciones para fines caseros y búsqueda de material literario sobre el tema.  La curiosidad no siempre ha matado al gato ;)

Luego de entregados los materiales y compartido la charla, nos dispusimos a cerrar con una pequeña celebración.  Picadera, refrescos, recuerdos y motivaciones fueron repartidos y creo formaron el componente perfecto para el cierre de estos meses de trabajo.

Como siempre he dicho: ¡Juntos sí podemos! O, como dicen ellos (ellos siendo mi padre): Algún día habrá patria.

Yo le añado: Mientras trabajemos por ella.














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martes, 15 de abril de 2014

Invitación a Exposición de Arte durante Semana Santa


Hola a todos! este post es un tanto corto, ya que solo quiero invitarles a la exposición de arte en el Centro de Arte MUVA, localizado en la Avenida General Norberto Tiburcio (La Confluencia) frente a la Plaza La Confluencia, en Jarabacoa.

Muchos de ustedes visitan (o tienen familiares/amigos que lo hacen) nuestra ciudad durante esta semana de reflexión y descanso, entre sus actividades definitivamente deben incluir pasar a disfrutar de los avances hechos por los estudiantes de MUVA, quienes con esta exposición de Semana Santa buscan 1) exponer por primera vez sus trabajos al público en general y recibir los comentarios que puedan ayudarles a crecer como artistas y 2) recaudar fondos para la escuela y poder continuar con otras exposiciones, así como ofrecer a más interesados la oportunidad de desarrollar los talentos que posean.

Los precios de los trabajos son muy económicos, la entrada es gratuita y la exposición estará abierta toda la semana.  Cuando lleguen pueden preguntar por Belkis Vargas (alias 'Annie') quien les podrá informar a profundidad sobre la escuela, su manejo, los estudiantes y, obviamente, los trabajos presentados.

Les dejo unas pocas fotos que tomé ayer, disculpen la calidad de las mismas, ni la cámara, ni la luz ni la fotógrafa estaban de buenas :P


TB