Algo de alguien

Hola otra vez. En este caso tengo algo corto que contarles, de hecho no es tanto contarles como presentales. Un compañero de universidad, colega actualmente, buen conocido, me envió hace unos días un poema surgido de una de esas inspiraciones que parecen ráfagas de viento en República Dominicana: están ahora y treinta segundos después se van y te quedas con la sensación de que debiste ser mojado, pero sólo te humedecieron. Más sinceramente hablando: te relajaron.

Lo bueno en este caso es que el chico en cuestión no desaprovechó la amenaza de inspiración y escribió lo que abajo verán. Ahora, eso sí, debo advertirles que no es poeta de profesión ni nada por el estilo; más bien parecen consideraciones filosóficas o algo por el estilo; segura estoy de que alguno de ustedes podrá ofrecerle y ofrecernos una verdadera definición; y esta es una muy rara ocasión, pues me dio a conocer algo que en principio era íntimo y ahora comparto con todos ustedes; una intimidad colectiva pues. Disfruten leyendo y dejen sus comentarios constructivos para que pueda seguir dando formas a esas ráfagas de viento.

Niebla

Trato de abrir mis ojos y extender la mirada más allá de la nube que deslinda la mediocridad del éxito.
Mis ideas se desvelan en el afán de trazar el camino mas seguro hacia el campo donde danza la felicidad de la mano con la gloria.
Somos hijos del destino, aquel que como el buen arquitecto diseñamos y que indefenso se posa como un castillo de arena ante las olas de la mar.
Somos ante los ojos del universo pequeñas partículas que se afanan en vivir luchando para morir en solead.
La sabiduría que nos ha de enriquecer solo se encuentra en el tiempo que moldea las arrugas de nuestra memoria.Decisiones sabias marcan las directrices de nuestras vidas y nos condenan a la satisfacción eterna, o a cadena perpetua en la mazmorra del remordimiento

Wandy García C.