Pequeñas Muertes

Para hablar de todo un poco, compartir, aprender y esparcir lo que sea que somos por el mundo. Este blog, sus publicaciones y comentarios son propiedad exclusiva de Tanya Badía. Su reproducción total o parcial no está permitida. En caso de querer copiar o tomar información del mismo debe solicitar permiso y dar el crédito correspondiente.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Ahh, Serrat... y algo más


Hola a todos! mucho tiempo sin escribir. Créanme que lo (s) he extrañado.


La última vez que dije algo en este espacio fue para contarles que iba a ser experimento social de mi amiga (todavía no daré el nombre, necesito derecho de imagen. Qué vaina esta de los derechos!). Les cuento que el experimento salió muy bien, o al menos bien. Su amigo, que ahora nos estamos conociendo y podríamos terminar amigos; realmente se tiene muchas cosas en común conmigo, pareciera mi hermano mayor. Siempre quise uno. De eso culpen a mi primo Ramoncito; tan bueno es que siempre quise un hermano como mi primo, y aunque este (Pinpitas, recuerdan?) no se parece a mi primo, al menos en lo físico, creo que hubiera encajado bien como miembro de mi adorada familia. Pero bueno, les digo que después de hablar unas tres semanas por internet con él, decidí que iría al concierto de Joan Manuel Serrat.


No les encanta Serrat? porque a mí sí. Papi se encargó de eso, no lo logró con Facundo, pero con Serrat y Cortez la pegó; así que cuando escuché que venía al Teatro Nacional decidí escucharlo en vivo. Lo logré!!!!! :) Suena igual que en sus cd's, lo que es toda una ventaja, pero bueno, me estoy adelantando a los hechos.


Mininha y yo queríamos ir y Pinpitas quería que Mininha fuera. Yo me sentí un poquito usada, pero ya de por sí sabía que era experimento social así que no le di mucha mente y la convencí (sí, tuve que convencerla) para que fueramos las dos a escuchar a Serrat, al mismo tiempo salíamos de Jarabacoa, disfrutábamos de dos días de diversión y yo me aprovechaba y conocía a Pinpitas. Obviamente Pinpitas se aprovechaba y me conocía (bueno, siendo honestos lo que más le agradó fue que Mininha fuera, pero tengo derecho a pensar lo mejor de mí).


Cuando llegamos el sábado (día antes del concierto) el vehículo de Pinpitas se dañó y tuvimos que quedarnos con un amigo de él por un rato. El problemita es que el amigo resulta ser doctor y llegaba de su turno, así que ni bien llegó a la casa, sin querer debo admitir, se durmió. Se despertaba por ratos y nosotras con una pena, hasta que comenzamos a divertirnos y a tirarle fotos mientras dormía. Al pobre no le quedó de otra que despertarse por completo y reírse. Luego que Pinpitas llegara nos pusimos a ver películas, 'Enemy at the gates', con Jude Law y Rachel Weiz. Me gustó a medias, creo firmemente que tiene un aire de 'Paciente inglés' arriba, pero muchísmo más corta, aparte de otra película que no logra localizar; pero un día de estos me acuerdo y les digo. De todas formas, fue agradable. Comimos en la calle (porquerías sí, qué otra cosa querían que comiéramos a la una de la mañana?) y nos dirigimos a Gazcue, donde Mininha y yo dormimos.


Al otro día andamos todo el día, incluyendo intentar ver a 'Vicky Cristina Barcelona' en catalán (no se dio esa parte, para nada sabemos catalán). Al fin llegó la noche, me bañé y vestí en menos de lo que canta un gallo (bien bañada para los mal pensados, eso de que cante un gallo es un refrán), super emocionada porque iría al Teatro a escuchar a Serrat.


Cuando entramos, alfombra roja y todo le avisé a los muchachos: 'No estoy en ustedes, al momento que entremos a ese Teatro se las arreglan solos porque yo no estaré atenta a nada de lo que digan o hagan.' ellos rieron, pero fue muy en serio. Pudieron salir por otra puerta a mitad del espectáculo y ni cuenta me daría.


Cantó nuestro José Antonio Rodríguez, bellísima selección de canciones, acompañado de una guitarra y un violín y luego entró el esperado, el señor de canciones Joan Manuel Serrat. Todos los concurrentes lo aplaudimos.


Inició con 'Cantares', lo que obviamente motivó a todos, de tercera cantó 'La mujer que yo quiero' y ahí fue donde terminó para mí el resto del mundo, con las dos primeras canciones quedaban vestigios de que aparte de mí había mil y pico de personas en el teatro coreando con él, disfrutando en asientos cercanos y lejanos al mío. Pero al iniciar con su guitarra 'La mujer...' todo eso se esfumó. Estaba sola y Serrat cantaba para mí.


Duró una hora y media a dos horas y no fue suficiente. En su contra debo decir que no cantó 'Lucía' y, aunque hace años que no lo hace, esperaba con todo mi cerebro, perdón, corazón, que cantara 'Mi niñez'.


Los muchachos se estaban riendo de mí. Según ellos pasé todo el concierto con una sonrisa de oreja a oreja, muy emocionada, y creo que Pinpitas quería ponerme la cartera en la boca para que dejara de cantar (ahh, si, le di la cartera a él, que estaba sentado entre Mininha y yo, no quería que tal tontería me distrajera).


Estar en el Teatro siempre me trae una sensación de grandeza. No sé si les pasa, pero deberían intentarlo. Si pueden suban al escenario y abarquen con su mirada todo esos asientos en dos niveles, toda esa oscuridad al fondo y ustedes, ustedes en el centro de la tarima, iluminados, y cada asiento oscuro observándolos, no mirando simplemente, pero prestando atención. Ahora imaginen que se va llenando de personas, todos están ahí para verlos, para escucharlos. Están en la cima del teatro, acompañados de una guitarra, un micrófono y un piano; pero ni siquiera necesitan cantar. Todos esos asientos, ahora llenos de personas, se saben sus canciones, y más que escucharlos cantar, quieren cantar con ustedes, se iluminan, se emocionan, se entregan por dos horas a un placer totalmente espiritual (que puede traducirse a lo carnal, pero vamos a mantenerlo en lo espiritual). Ustedes son el centro, abran sus brazos, extiéndanlos y sentirán como todo ese calor, toda esa emoción, como cada sonido, transformado en palabra les toca desde la punta de los dedos hasta todo lugar en su geografía; como les invade el saber que esas personas están ahí para ustedes y que nada, absolutamente nada, podrá robarles esas dos horas de vida. Solo intenten subir e imaginar eso, ni siquiera se necesita cerrar los ojos, la imagen viene casi sola. Es preciosa.


Bueno, al final del concierto salimos a comer algo. Debo decir que me gustó mucho pasar rato con Mininha sin hablar de trabajo, solamente dos chicas divirtiéndose sanamente, me gustó mucho conocer a Pinpitas, creo que podremos ser muy buenos amigos y me encantó el concierto.


Alberto Cortez y Joan Manuel Serrat el mismo año, definitivamente el 2008 tuvo sus altas muy altas.


Por ahora los dejo, prometí mantenerlos al tanto del experimento social y ya les di los 'updates' (la goblalización, la globalización: yo dominicana, Serrat español y hasta inglés en el escrito). Permítanme leer sus comentarios, siempre es bueno saber lo que piensan y, además, así se cumple el propósito de este blog: hablar de todos los temas, con todos para aprender de todo un poco; o mucho, no hay quejas en esa área.


Hasta la próxima, un beso.


Tanya

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